Algo un poquito más personal...
Holaa chicooos!
Hoy os vengo a hablar de un cachito de mí, algo que me mueve y que seguro que a muchos de vosotros también.
Vengo a hablaros de los abuelos, y como en este blog hablamos de aspectos relativos a la enseñanza, quiero expresar las cosas que nos pueden enseñar estas personas tan especiales en la vida de muchos.
Por suerte o por desgracia mi hermana y yo somos las nietas pequeñas y siempre hemos tenido abuelos mayores, puesto que provenimos de una familia bastante grande como solía pasar en muchas familias de generaciones anteriores. Siempre tenido la espinita de poder haber disfrutado mucho más de mis abuelos, pero tampoco puedo negar que siendo las pequeñas, quizá hemos estado más mimadas. Sin embargo, eso no ha imposibilitado poder aprender muchos aspectos que nuestros abuelos nos han transmitido inconscientemente, y que están alejados del marco teórico al que estamos acostumbrados. Hablo de valores, respeto, esfuerzo y trabajo duro, creencias, historietas, conductas, etc., que los hacen únicos.
Mis abuelos, que son de pueblo y que tuvieron que mudarse a la capital para poder dar mejores condiciones de vida a sus hijos, siempre me han transmitido las penurias de su infancia pero desde un recuerdo bonito. No obstante, estas difíciles condiciones de vida siempre han ido acompañadas de un arduo trabajo, ayudando a sus familias y sacrificando otras cosas que quizá eran más típicas de su edad. Lo importante de todo esto, es que lograron transmitir estos valores de esfuerzo a sus hijos y (no sé si a todos jaja) pero a gran parte de sus nietos.
Tampoco debemos olvidar que nuestros abuelos pertenecen a una generación que ha vivido mucho: desde una guerra, una dictadura, la transición y una nueva era en la que no sabían qué les esperaba. Sin embargo, no sé los vuestros, pero mis abuelos siempre han contado su experiencia sin queja alguna y creo que en esto nos vuelven a dar una lección bastante grande. Han vivido todo esto como algo natural a su tiempo, con todo lo que hay detrás y a mí me parece digno de admirar.
No quiero olvidarme de lo que lo que podemos aprender de las formas de vida pasadas gracias a sus historias y vivencias, esas que nos cuentan para hacernos reír y recordar a amigos, familiares, vecinos... No sé a vosotros, pero a mí me encantaba escuchar a mi abuelo contarme algunos de sus episodios, ya no tanto por el contenido de estos, que también, sino por ver como se emocionaba y disfrutaba contándolos.
Bueno, espero que esta entrada un poco más especial os haya gustado y movido un poco por dentro. Quered y disfrutad de vuestros abuelos, porque la vida es un suspiro y son personas incomparables con lo que os vayáis a encontrar por ahí.
Un saludo! (y os quiero mucho abuelos).
Hola Ana! Felicidades por tu blog y me he emocionado mucho leyéndote. Yo desgraciadamente perdí a mis abuelos paternos hace 4 años y siempre me acuerdo de lo mucho que aprendí con mi abuelo y mi abuela que casi era una amiga para mi que siempre me apoyaba cuando me pasaba algo en el colegio y jugaba conmigo con una sonrisa. Ojalá los abuelos fueran eternos, descansad en paz.
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