Castilla y León, ¿un modelo a seguir?

 



Aunque España no ocupe las mejores posiciones respecto a sus vecinos europeos en el tema educativo, Castilla y León tiene un sistema del que podemos estar bastante orgullosos, pues en varias ocasiones se le ha comparado con el modelo finlandés, el cual se encuentra entre los mejores de Europa.



Y es que uno de los puntos fuertes que presenta el artículo del periódico de El Norte de Castilla es la creciente educación bilingüe en varios centros escolares, posicionando a la comunidad en un segundo puesto respecto a los alumnos matriculados en secciones bilingües. Esto constituye un aspecto bastante positivo si consideramos que los alumnos puedan disfrutar del aprendizaje de una segunda lengua de una forma mucho más directa. Sin embargo, debemos tener en cuenta que este bilingüismo no siempre es real. No quiero extenderme mucho en este tema, pero os invito a buscar mi TFG (The role of teachers training for the success of the bilingual education in Spain) en el que hablo del sistema bilingüe en España. Solamente comentar, que en muchas ocasiones el nivel del profesorado no siempre es suficiente para proporcionar a los alumnos una educación bilingüe de calidad y que aún faltan muchos recursos y formación para que esta educación pueda ser satisfactoria en muchos de los centros, especialmente en el sector público.



Así mismo, se está ejerciendo un gran esfuerzo para que la educación llegue a todos los alumnos, podríamos incluir aquí los programas de gratuidad de libros y aumento de becas para ayudar a las familias a sostener los gastos.

Por otro lado, se plantea instaurar un programa de refuerzo para aquellos alumnos que encuentren dificultades en su aprendizaje y necesiten trabajar diversos aspectos. Esto es muy bonito en la teoría, pero llevado a la práctica… ¿querrán o podrán dedicar nuestros alumnos más horas al día a formarse?

Se pretende aumentar el número de recursos en aquellos centros cuyos alumnos se encuentran en riesgo de exclusión social con el fin de conseguir una educación más igualitaria y obtener mejores resultados. No quiero ser muy crítica con esta medida, pero opino que entonces debería haber una concienciación mucho mayor en las familias, ya que se pretende invertir en una educación, cuya asistencia escolar, por ejemplo, en muchas ocasiones viene condicionada por la obtención de subvenciones. Todo el mundo tiene derecho a la educación, pero queremos invertir en un sector que está generalmente condicionado por una falta de interés o que no otorga importancia al ámbito educativo.

También podemos hablar de un modelo curricular exigente que favorece a la creación de alumnos más competentes. Además, de otorgar especial importancia a las asignaturas instrumentales y a la lengua extranjera, se ha fomentado la mejora de la Formación Profesional y las enseñanzas en régimen especial. Esta exigencia también puede observarse en los criterios de promoción de los alumnos respecto a otras comunidades, así como en la prueba de la EBAU. Respecto a este último punto se reclama un examen único nacional para favorecer la igualdad de oportunidades entre los estudiantes. Sin embargo, aquí entramos en otro debate: ¿Qué deberíamos hacer, subir el nivel educativo de algunas comunidades o bajarlo de la nuestra?

Otro de los puntos comentados es el esfuerzo extra que tienen que realizar los estudiantes de las zonas rurales para desplazarse. Este es un aspecto que afecta especialmente a Castilla y León, pues mucha de su población es rural. Cada vez se cierran más centros en estas zonas, debido mayoritariamente a causas de despoblación. Sin embargo, son aún pocas las medidas que se toman para evitar cerrar estos centros o ayudar a los estudiantes.

Por último, debemos tratar el politiqueo de nuevo. No existe una colaboración entre los distintos partidos para favorecer la educación. En lugar de ello, nos encontramos con que cada vez que sale un partido político a la palestra, hay un nuevo “equipo” encargado de todo el tema educativo, lo que conlleva a cambios continuos en vez de sostener un modelo adecuado y consistente para los estudiantes. Además, estos deberían pedir opinión y reclamar ayuda a los especialistas de la educación, profesores, etc., para tratar de consolidar un sistema que favorezca a la comunidad educativa.

En definitiva, podemos hablar de que el sistema educativo de Castilla y León hace un gran esfuerzo por integrar de forma equitativa a todos los estudiantes y fomenta la mejora de resultados. Sin embargo, aún distamos de tener un modelo perfecto y debemos plantearnos la puesta en marcha de más medidas, aunque algunas de ellas como las políticas se nos escurran de las manos.

 

 

Comentarios

  1. Hola Ana! Estoy totalmente de acuerdo en muchos argumentos que aquí nos presentas. No obstante, coincido contigo, principalmente, en la existencia de una innecesaria disputa política que lo único que hace es estorbar el progreso educativo.

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